¡Hola de nuevo! 😀
Hoy toca hablar sobre la Pedagogía Musical Activa. Por ello, vamos a explicar en qué consiste este tema, y pondremos ejemplos de pedagogos que crearon sus métodos de enseñanza musical.
La Pedagogía Musical Activa es un movimiento educativo musical surgido en las últimas décadas del siglo XIX. Se basa en dar a la música, no solo un valor estético, sino también valores formativos para la persona. Además, su objetivo es que el alumno participe de forma activa en su educación para que desarrolle sus conocimientos musicales. En este nuevo movimiento tiene mucho que ver la Escuela Nueva y sus precursores, ya tratados en el post anterior.
En esta corriente educativa musical pionera surgen diferentes métodos de enseñanza, entre los que caben destacar los siguientes:
· Método Dalcroze: va en contra de la memorización teórica. A través del movimiento, la escucha activa y la improvisación se aprende la teoría musical. De esta manera, los contenidos, al ser comprendidos y asimilados, perdurarán en la memoria del aprendiz.
· Método Kodály: trabaja el solfeo relativo a través de la fononimia y el trabajo con canciones. La canción es la principal herramienta para que el alumnado transforme los conceptos teóricos en útiles y prácticos. Además, se usa la música del folclore, por lo que siempre será más fácil para el estudiante comprender lo que está haciendo, así como estar motivado.
· Método Martenot: separa la entonación del ritmo, cuyos objetivos son poner a disposición de otras materias educativas el desarrollo musical, dar herramientas de autocontrol, transmitir conocimientos teóricos de forma activa y educar el oído.
· Método Willems: su objetivo es que la música sirva para mejorar como persona y nos desarrollemos íntegramente. Sus metas son desarrollar la audición, el canto, el ritmo, el solfeo, la armonía y la interpretación musical a través de los instrumentos.
· Método Orff: se basa en la relación entre el ritmo y el lenguaje. Con actividades de percusión corporal, de interpretación con el instrumentario Orff (instrumentos de láminas y la flauta dulce) y juegos con sílabas de palabras, se logra desarrollar la capacidad de improvisación y la creatividad del alumnado. De ahí que tenga tan buena acogida en el ámbito de la musicoterapia.
· Método Suzuki: parte de la idea de que el aprendizaje musical se hace de igual forma que el de la lengua materna. Se basa en la idea de que el niño es capaz de aprender, pero tiene que hacerlo de forma gradual y a su propio ritmo. Los recursos de este método son la repetición, la imitación, la escucha activa, etc. Como particularidad, en este método se retrasa el aprendizaje de las notas musicales, es decir, primero se desarrolla el oído y la capacidad creativa, y luego se trabaja con la lectura de las notas musicales.
Esperamos que os haya sido de ayuda este post. ¡Hasta luego! 😄